La comunidad y cultura institucional del colegio Áleph tienen como valor central el respeto a la diversidad, que consideramos un principio para construir una cultura democrática, una de cuyas expresiones es la inclusión de niños con necesidades educativas especiales.
Tenemos que ser responsables respecto al equilibrio que debe existir en un aula entre la capacidad de los maestros de atender a todos los niños en su aula y los derechos de todos los niños a recibir una atención adecuada para su buena educación. Para ser coherentes con este compromiso debemos organizar las aulas de manera que se cumplan las metas de aprendizaje de todos. Las vacantes de inclusión son cubiertas en primera instancia por los hermanitos y luego, por otros niños. Las familias de ante mano se comprometen a cumplir con los acuerdos establecidos en la escuela, como, por ejemplo: favorecer las adaptaciones curriculares, que el niño venga con una acompañante en caso sea requerido, que asista a sus terapias, que sus especialistas puedan asistir a la escuela cuando sean convocados, etc. Esta convivencia nos viene demostrando que la ganancia es para todos los niños, la posibilidad de valorar las fortalezas y respetar las diferencias, permite a todos los niños desarrollar la empatía, asumir retos y tomar en cuenta al otro, en las decisiones.